Las voces de Divinas acompañadas de su banda de músicos, transportaron a los público de Clunia a través de un espléndido viaje musical por los paisajes rítmicos de los años 40 y 50 en Estados Unidos. El glamour y savoir faire de las grandes orquestas de la época dorada del swing fue el hilo conductor de un repertorio interpretado de manera sólida, seductora y sofisticada, con toques de humor y diversión... y con el baile como aliado. 

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