culturales específicos y singulares, desarrollados por Asociaciones Culturales Burgalesas en
el año 2022, y cuya inversión por proyecto cultural supere los 12.000 euros.
Se trata de un análisis y estudio de la educación primaria en los mil doscientos núcleos habitados de la provincia de Burgos a mediados del siglo XIX.
El libro “Más hambre que un/a maestro/a de escuela. La educación primaria en la provincia de Burgos a mediados del siglo XIX”, recoge la situación de la educación primaria (“primeras letras”) en la extensa provincia de Burgos a mediados del siglo XIX entre 1840 y 1857 aproximadamente, fijándose en la tipología de las escuelas, las diferencias entre el contexto urbano y rural, el grado de escolarización y la preeminencia de la educación religiosa sobre las ciencias aplicadas y de la masculina sobre la femenina, la formación docente de los maestros y la lentitud de su modernización pedagógica, así como el poder adquisitivo del magisterio burgalés.
En la patética hondura del dicho popular de, «Más hambre que un maestro de escuela», que recorrió España durante décadas, se resume la precaria situación de los maestros –y, sobre todo, de las maestras–, y la mísera condición que caracterizó la educación primaria de la España decimonónica. Aunque en el ranking nacional la alfabetización burgalesa ocupaba puestos notables, los criterios que medían la calidad de su educación primaria no fueron los óptimos y estuvieron alejados de los planteamientos ideales de universalidad, gratuidad y modernidad pedagógica preconizados por ciertos sectores del Liberalismo rampante.
El libro analiza la educación primaria de los mil doscientos núcleos habitados de la provincia de Burgos a mediados del siglo XIX, contabilizando cerca de ochocientas escuelas repartidas en algo más de setecientas localidades. Respecto al número de escuelas por vecino, Burgos ocupaba el cuarto puesto a nivel nacional. Sin embargo, en cuanto a la escolarización de las niñas la provincia ocupaba el puesto 36 y, en total, las maestras no llegaban a 40 (es decir, un 5% del total). Mujeres que también estaban marginadas en su consideración social, ya que debían afrontar por su cuenta y riesgo la apertura de escuelas propias de carácter privado. No en vano, la inmensa mayoría de las aulas sufragadas por fondos públicos, ya fuesen mixtas o exclusivamente de niños, estaban regidas prácticamente en su totalidad por maestros. A todo ello se sumaron acusadas diferencias intercomarcales, infraestructuras deficientes y formación perfectible del magisterio. Un estudio que ilumina aspectos desconocidos y abre nuevas perspectivas sobre una vertiente esencial del desarrollo social contemporáneo: la educación.
Con una tirada de 300 ejemplares, esta publicación editada por la Diputación de Burgos a través de su imprenta provincial, se encuentra disponible en las librerías al precio de 16 euros.
El viernes 3 de junio a las 19,30h., tendrá lugar en el Monasterio de San Agustín (Burgos) un acto público de presentación del libro editado por la Diputación de Burgos.
En 2020 la Diputación Provincial de Burgos publicó el libro “Teófilo Arroyo Callejo. Hijo adoptivo de la Ciudad de Burgos”, del autor Alfredo Blanco del Val que recoge una biografía del músico de Sotillo de la Ribera, así como una reproducción de diez de sus partituras manuscritas que se conservan en el Archivo Municipal de Burgos; la publicación además se acompaña de un cd de audio en el que se recogen diferentes grabaciones inéditas del maestro tocando junto a otros grandes músicos como Simón Altable, Miguel Ángel Palacios, Máximo Mediavilla o Arsenio Iglesias, dichas grabaciones fueron realizadas, de manera casera, por su hijo Ángel a comienzos de los años 80.
Con tal motivo y después de varios intentos aplazados por la pandemia, el próximo viernes 3 de junio a las 19,30 horas, tendrá lugar un acto público, hasta completar aforo, de presentación de dicho trabajo en el Salón de Actos del Real Monasterio de San Agustín de la capital burgalesa.
En esta ocasión, el propio autor del libro, Alfredo Blanco del Val, irá recorriendo la vida del maestro Arroyo, intérprete y defensor de la dulzaina en unos años en los que en la provincia se contaban con los dedos de las manos los dulzaineros existentes. Para la ocasión estará acompañado por tres reconocidos y afamados músicos del panorama tradicional de Castilla y León con una larga trayectoria profesional a sus espaldas que se han juntado expresamente para este acto: a las dulzainas el vallisoletano Rafael Cubillo y el arandino José Requejo, claros ejemplos del floreado toque de la Ribera, que estarán acompañados por el percusionista Fernando Zarzosa, redoblante con raíces melgarenses.
Destacar que el presente trabajo no hubiese podido realizarse sin la desinteresada y generosa colaboración de la familia más cercana de Teófilo Arroyo Callejo.
TEÓFILO ARROYO CALLEJO
Teófilo Arroyo Callejo (Sotillo de la Ribera 1909-Burgos 1989), músico, dulzainero y compositor, coetáneo del maestro segoviano Agapito Marazuela Albornos, es junto con él una de las figuras fundamentales para entender el resurgimiento de la dulzaina en Castilla.
Descendiente de una afamada saga familiar de dulzaineros y constructores de dulzainas, conocidos como “Los Pollos” en la Ribera del Duero burgalesa, Teófilo fue un brillante compositor que supo adaptarse al tiempo en que vivió, escribió fox-polkas, habaneras, tangos, sambas y mazurcas, piezas todas ellas creadas para dos dulzainas, que han servido para revitalizar la dulzaina como instrumento castellano indispensable.
El maestro Arroyo también jugó un papel fundamental como impulsor, profesor y director de la Escuela Municipal de Dulzaina de Burgos.
El maestro sotillano gozó de tanta fama y reconocimiento, qué en agradecimiento a sus extraordinarios méritos, el Ayuntamiento de la Ciudad de Burgos le otorgó el título de Hijo Adoptivo en el año 1982.
EL AUTOR DEL LIBRO
El autor de esta publicación, Alfredo Blanco del Val, es Doctor en Medicina y ejerce como especialista en Pediatría. Aficionado a la dulzaina desde sus años universitarios, conoció la figura de Teófilo Arroyo interpretando sus composiciones, y gracias a su práctica profesional por tierras burgalesas pudo profundizar en el estudio de su persona. A lo largo de estos años, ha entablado una cordial relación con la familia Arroyo, lo que ha permitido que este trabajo sea una realidad, y sin lugar a dudas, a que podamos disfrutar hoy en día del sonido y la maestría de una de las más grandes figuras de la dulzaina castellana, Teófilo Arroyo Callejo, acompañado por otros grandes músicos del panorama tradicional burgalés del momento.